Tal y como está la situación hoy en día y, aunque muchos ya ven el final del túnel, comenzar una empresa parece una idea de locos. Los emprendedores se han encontrado en estos últimos años más trabas que nunca y la falta de financiación y la morosidad han sido el desvelo de muchas pymes.
Sin embargo, la crisis económica no solo ha dejado devastación, sino también algunas lecturas muy interesantes: el primer cliente de cualquier emprendedor es siempre su propio negocio y, por tanto, la adversidad no es más que una oportunidad para reinventarse.
La oficina virtual, mi gran asignatura pendiente, fue el punto de partida para darme cuenta de que dentro del centro de negocios tenía que escuchar más a los usuarios, especialmente a aquellos que se quejan. Así surgió mi primer pequeño gran paso hacia la nueva INITIA BC: la posibilidad de que nuestros clientes pudiesen ubicar su negocio sin la necesidad de disponer de un espacio físico.
La crisis y sus terribles cifras no fueron más que la segunda oportunidad para moverme económicamente al mismo ritmo que los clientes. Sus necesidades presupuestarias desembocaron en el diseño de nuevas tarifas más diversificadas y adaptadas a otros perfiles.
Pero sobre todo, si algo hacía falta a INITIA BC para reinventarse era dejar de escondernos: teníamos que darnos a conocer por tierra, mar y aire. Así, algunas semanas con más dificultad que otras, nos esforzamos por implementar una nueva forma de comunicarnos: este blog que ahora mismo leéis.
Sin más dilación os animo a que no tengáis miedo, porque como dijo Antoine de Saint-Exupéry “El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo”.